martes, 11 de junio de 2013

Nada es como antes.


Recuerdo cuando las botas, los vadeadores, los chalecos duraban varias temporadas. Ahora las cosas están programadas para que dejen de funcionar cuando el fabricante ha previsto.
Lo peor es si el fin de la vida de una bota de vadeo, sobreviene cuando resta mucho trecho por pescar y, consecuentemente, muchísimos metros de regreso al coche.

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